Aplicaciones de Chipset
El chipset es el conjunto de chips que se encarga de
controlar algunas funciones concretas del ordenador, como la forma en que
interacciona el microprocesador con la memoria o la caché, o el control de los
puertos y slots ISA, PCI, AGP, USB...
El chipset de una placa base es un conjunto de chips cuyo
número varía según el modelo y que tiene como misión gestionar todos los
componentes de la placa base tales como el micro o la memoria; integra en su
interior las controladoras encargadas de gestionar los periféricos externos a
través de interfaces como USB, IDE, serie o paralelo. El chipset controla el
sistema y sus capacidades, es el encargado de realizar todas las transferencias
de datos entre los buses, la memoria y el microprocesador, por ello es casi el
"alma" del ordenador. Dentro de los modernos chipset se integran
además distintos dispositivos como la controladora de vídeo y sonido, que
ofrecen una increíble integración que permite construir equipo de reducido tamaño
y bajo coste.
Una de las ventajas de disponer de todos los elementos que
integra el chipset, agrupados dentro de dos o tres chips, es que se evitan
largos períodos de comprobación de compatibilidades y funcionamiento. Como
inconveniente nos encontramos con que el chipset no se puede actualizar, pues
se encuentra soldado a la placa.
Antes estas funciones eran relativamente fáciles de realizar
y el chipset tenía poca influencia en el rendimiento del ordenador, por lo que
éste era un elemento poco importante o influyente a la hora de comprar una
placa base. Pero los nuevos microprocesadores, junto al amplio espectro de
tecnologías existentes en materia de memorias, caché y periféricos que aparecen
y desaparecen continuamente, han logrado aumentar la importancia del chipset.
Las características del chipset y su grado de calidad
marcarán los siguientes factores a tener en cuenta:
- Que obtengamos o no el máximo rendimiento del microprocesador.
- Posibilidades de actualizar el ordenador.
- Poder utilizar ciertas tecnologías más avanzadas de memorias y periféricos.
Chipset y placa base forman un conjunto indisoluble y muy
importante. Se debe tener en cuenta que un buen chipset por sí mismo no implica
que la placa base en conjunto sea de calidad. La placa base hemos de comprarla
mirando y pensando en el futuro, máxime si vamos a realizar posteriormente
ampliaciones.
El principal impulsor de los chipset en los últimos años ha
sido Intel, que además de dominar en los microprocesadores tiene una importante
posición en este mercado.
En el año 1994 Intel presentó el 82434NX (Neptune) y el
82434LX (Mercury), ambos con problemas para trabajar con el bus PCI. En 1995
apareció el conocido chipset FX (Tritón), diseñado específicamente para
funcionar con la familia Pentium. El primer chipset serio que comercializó
Intel fue el 430FX, al que siguieron otros como el HX, VX o TX, todos ellos
para micros Pentium de Socket 7. Con la aparición del Pentium II se empleó el
modelo 440FX (Natoma) usado en los Pentium Pro, pero no optimizado para Pentium
II al carecer de soporte para SDRAM, Ultra DMA y AGP y tras éste salió el
440LX, que ofrece un buen funcionamiento y gran estabilidad. Con la aparición
de micros a 350 y 400 MHz y el bus de 100MHz sale al mercado en 1998 el 440BX,
que ofrece soporte para el citado bus de 100 MHz, un mayor ancho de banda para
el bus PCI y AGP usando la tecnología Quad Port, soporte para el nuevo bus IEEE
1394 y Pentium II Mobile Processor destinado a equipos portátiles.
Paralelamente al 440BX aparece el 440EX, diseñado para ser usado con el
procesador Celeron, este chipset es una versión reducida del LX, pues sólo
soporta 256 Mb de memoria y un máximo de 3 slots PCI, todo ello orientado a
reducir drásticamente los costes y permitir la venta de equipos muy baratos.
Más tarde llegó el ZX, versión reducida del BX y destinado a
placas de bajo coste y de características recortadas. La gran novedad fue el
810 y las sucesivas revisiones, con una arquitectura de bus que mejora las
prestaciones generales de la placa, incluyen soporte para discos UDMA-66 e
integran vídeo y sonido dentro del propio chipset y parece haber resultado un
fracaso. Más tarde salió el 820, pero al no ofrecer brillantes prestaciones e
integrar la memoria RDRAM en módulos RIMM han llevado al destierro a este
chipset. Por ello VIA, empresa veterana en la fabricación de placas base, con
sus modelos Apollo Pro 133 y Apollo Pro 133A ha conseguido una gran parte de
mercado que antes tenía Intel. En la actualidad está triunfando con su reciente
KX133, chipset para Athlon que ofrece unas extraordinarias prestaciones.
Mañana tengo examen de esto, deseenme suerte chavales
ResponderEliminarHoy tengo examen de esto, espero pasar :'/
ResponderEliminarPasaste bro?
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